Primer Informe de la presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos Rosario Piedra Ibarra

Que no se dude: frente a los gobiernos, sean federal estatales o municipales, frente a toda autoridad omisa, estaremos del lado del pueblo, del lado de las víctimas.

Tenemos una Comisión Nacional más autónoma que nunca no sólo del gobierno sino de los partidos y grupos económicos porque lo que hoy tenemos es una defensoría del pueblo, les guste o no la palabra pueblo. Que no es cierto que es un concepto pasado de moda el pueblo lo representan los ciudadanos y ciudadanas de este país sin distingo de clase social y condición.

El estado mexicanos debe garantizar la protección y el acceso a la salud delas personas y estamos vigilantes que cumplan con sus obligaciones constitucionales particularmente en la campaña nacional de vacunación y si es preciso denunciar, denunciaremos.

El reto de resarcir las violaciones históricas a los derechos humanos en México no se lograr de la noche a la mañana pero vamos en el camino correcto. No ha sido fácil hacerlo porque removemos vicios e intereses pero avanzamos firmemente hacia un nuevo modelo de protección y defensa de los derechos humanos que redundará en una nueva atención a la ciudadanía.

Aclaro que estoy convencida que este es el momento para reformar las instituciones de fachada como fue la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no me cabe duda de que todo lo trabajado hasta hoy, y expuesto aquí, es prueba de que existe un cambio.
La CNDH nace de una demanda del pueblo pero, en su concepción, prevaleció la visión del poder, de los gobernantes y del modelo económico dominante. Paradigmas importados de instituciones aparentemente autónomas pero absolutamente inermes, que les permitieron a los gobiernos exportar sin riesgos una imagen de democráticos y respetuosos de los derechos instituciones de fachada cuya autonomía era tan amplia como la necesitaba el gobierno en turno y tan corta como le obligaba su complicidad con el poder, porque en realidad esos gobiernos eran los mayores violadores de los derechos humanos.

Ese modelo mostró que no puede funcionar en este tiempo, ese modelo hizo crisis, su insuficiencia está más que probada por lo que tenemos que avanzar más allá de lo que la ley contempla. Nosotros estamos haciendo nuestra parte como podemos, en nuestros reducidos márgenes pero con la total convicción de que el camino hoy es otro.
Para empezar reduciendo el aparato administrativo burocrático que hizo de los defensores de derechos humanos una casta dorada. Con esta nueva CNDH los recursos se van privilegiadamente a la atención a las víctimas menos aparato y menos latos sueldos se traduce en más conciencia de la responsabilidad que significa ser defensores de los derechos humanos y más presupuesto para que funcionen mejor las pareas sustantivas que reciben quejas, que hacen recomendaciones y las que se encargan de vigilar el cumplimiento de las mismas.

Invocamos nuestra propia tradición el hecho de que la defensa y protección de los derechos humanos tiene un antecedente propio y peculiar en nuestro país que no se reduce a la recomendación y a la denuncia, se trata de la Procuraduría de los Pobres promovida por Ponciano Arriaga como diputado local en San Luis Potosí y expedida el 5 de marzo de 1947 con la finalidad de defender al pueblo ante los abuso excesos, agravios, vejación y maltratos cometidos por alguna autoridad, además de contar con facultades para denunciar y solicitar la reparación del daño que correspondiera.
Queremos que la Comisión emita recomendaciones que sean atendidas que lleguen a ser vinculantes no para atender exclusivamente a los pobres, porque los derechos humanos son de todos, tampoco para suplir a los tribunales y a las fiscalías si para lograr que le papel de la comisión en de una defensoría de pueblo que le permita trascender lo meramente testimonial o estar expensas de que haya buena voluntad de las autoridades para cumplir una recomendación o una denuncia.

Que no se dude: frente a los gobiernos, sean federal estatales o municipales, frente a toda autoridad omisa, estaremos del lado del pueblo, del lado de las víctimas. Frente a ustedes puedo decir con mucho orgullo y certeza que en 2020 defendimos al pueblo y cuando digo pueblo me refiero a todos los mexicanos y mexicanas sin excepción. Esa es mi misión y mi único compromiso.

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