La violencia contra las mujeres persiste por la permisividad e impunidad social e institucional.
Cada día mujeres y niñas de todas las edades se encuentran en riesgo constante de sufrir algún tipo de violencia y prácticamente todas en algún momento de su vida han sido víctimas de algún tipo de violencia o se les ha amenazado por el simple hecho de ser mujeres. Hablo de la simultaneidad y el entrecruce de diversas formas de violencia en contra de las mujeres, ya sea en la casa, en la calle, en el trabajo, en las instituciones, la violencia sexual, psicológica, laboral, obstétrica, política o por preferencia sexual, étnica o religiosa institucional, responde a la multiplicidad de violencias y opresiones sociales y culturales que aún existen contra las niñas y mujeres en un contexto en que la cultura patriarcal ha dictado las reglas de cómo la sociedad piensa y cómo deben ser tratadas.
La manifestación más brutal y extrema de la violencia de género es el feminicidio, el feminicidio la mayoría de las veces es el resultado de un conjunto de violencias que incluyen maltrato físico, verbal y emocional, abuso sexual, tortura y demás conductas que colocan a las niñas y mujeres en una situación de vulnerabilidad que en muchas ocasiones culmina con la privación de su vida.
La exigencia de acceso a la justicia para todas las víctimas de violencia atraviesa por hacer visible el incumplimiento de las obligaciones del estado, claro, pero también por la revisión de nuestro comportamiento como sociedad y más aún como mujeres. De este modo, el acceso a la justicia debe reflexionarse, analizarse y plantearse como un asunto que cruza a su vez con nuevas formas de entender las relaciones personales, las relaciones de trabajo y, desde luego, las relaciones sociales; todos estos elementos son indispensables para fortalecer la vida libre de violencia y de opresión, es a la que aspiramos, que la observancia y pleno respeto de los derechos humanos sea una realidad en México.
El 27 de noviembre del 2020, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, emitió la Recomendación General 43 sobre violación al acceso a la justicia e insuficiencia en la aplicación de políticas públicas en la prevención, atención, sanción y reparación integral del daño a personas víctimas, directas e indirectas de feminicidios y otras violencias. El objetivo de esta Recomendación General es proporcionar información útil para que todas las autoridades a las que va dirigida, trabajen de manera significativa en el reconocimiento de la situación que prevalece en el país, respecto a la violencia contra las mujeres por razón de género y a generar políticas públicas que redunden en la prevención eliminación y erradicación de todo acto de violencia las mujeres, cumpliendo con lo preceptuado en los artículos 14 y 29 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que prevé en la protección de los derechos a la vida a la salud a la dignidad de las personas a la igualdad y al establecimiento de condiciones para el desarrollo personal en este contexto de violencia contra las niñas y mujeres.
El evento que nos reúne el día de hoy, “Mesa Nacional de Diálogo para la Protección y Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres”, es un llamado nacional para el cumplimiento de la Recomendación General 43/2020 en favor del respeto a los derechos humanos de las niñas y las mujeres por una vida libre de violencia, donde podamos encontrar como sociedad mexicana los mecanismos de diálogo, exigibilidad, ponderación y progresividad para su cumplimiento y contribuyamos para que este país se transforme en un lugar seguro para las niñas y mujeres que lo habitamos. Deseo que las reflexiones emanadas de esta Mesa Nacional de Diálogo fortalezcan los lazos de trabajo entre la CNDH y las diversas dependencias gubernamentales, los organismos internacionales, la academia, las organizaciones de la sociedad civil y de manera primordial con las víctimas a las que nos debemos.
Muchísimas gracias.