Preocupa vulneración a DDHH en el campamento “El Chaparral” en Tijuana

Personas migrantes se encuentran en condiciones de hacinamiento y falta de instalaciones sanitarias

A poco más de cuatro meses de haberse iniciado el campamento migrante denominado “El Chaparral” en la ciudad de Tijuana, Baja California, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reitera a las autoridades involucradas que establezcan las medidas necesarias para brindar seguridad y protección a las personas en contexto de migración que se encuentran en el interior y en las inmediaciones del lugar, y así evitar que se ponga en riesgo su seguridad, sus bienes, su integridad física y su vida.

Las personas migrantes, nacionales y extranjeras, que cohabitan en dicho asentamiento en espera de noticias de las autoridades estadounidenses sobre la apertura de los procesos de asilo, se encuentran hoy en condiciones de hacinamiento y mayor vulnerabilidad, pues dentro de los asuntos desatendidos por las autoridades destacan el reciente retiro de baños y regaderas portátiles, que provoca un grave conflicto sanitario y de salud, no solo para la población migrante, sino también para los vecinos de la colonia Federal.

Desde el inicio del campamento, la CNDH ha enviado personal para documentar y orientar de manera permanente a personas migrantes en relación con sus necesidades de todo tipo. El pasado 20 de marzo se emitieron Medidas Cautelares a las autoridades de los tres órdenes de gobierno sin que se advierta un compromiso eficaz y completo para su cumplimiento por parte del gobierno del estado de Baja California, el Instituto Nacional de Migración y la presidencia municipal de Tijuana.

Actualmente se integra un expediente de queja y se ha solicitado reiteradamente a las autoridades que actúen oportuna y eficazmente, y con ello garantizar el respeto a los Derechos Humanos de las personas en movilidad.

 

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